Yrma
11,50 €
Variedad: 45% Merlot, 35% Cabernet Sauvignon y 20% Monstrell.
Alicante
El vino Yrma destaca por ser un vino muy completo, frescura, tacto aterciopelado, notas afrutadas y estructura.
Nombre: Yrma
Tipo de Vino: Vino Tinto con crianza
Alérgenos: Contiene sulfitos
Variedad: 45% Merlot, 35% Cabernet Sauvignon y 20% Monastrell
Añada: 2018
Volumen: 75 cl
Alcohol: 14%
Denominación: Alicante
Servicio: 16ºC
Vista: Limpio, color rojo rubí.
Aroma: La madera y la fruta se fusionan a la perfección dándonos un vino complejo con notas a frutas negras, café y especias.
Boca: El vino marca su presencia con su sedosidad, graso y equilibrado. Y para terminar el el retrogusto nos volveremos a encontrar con las notas percibidas en la fase olfativo.
Temperatura de servicio: 16ºC
Consumo: Es perfecto para acompañar el plato tradicional de la zona, el arroz con conejo y carracoles.
Descripción: Parcelas plantadas en suelos arcillo calizos a 570m de altitud y clima mediterráneo. Se encuentran en el paraje Calafuig, provincia de Alicante.
Elaboración: Fermentación y envejecimiento en madera de roble francés. Se halla el equilibrio entre las notas de madera y de fruta.
YRMA se basa en la elaboración de un vino, priorizando la calidad, ante todo. Un vino agradable de tomar, elaborado de principio a fin en barricas de roble francés, a manos del joven viticultor y enólogo Adrián Rivero y contando con la experiencia internacional de esta familia de enólogos. Nuestra producción familiar es modesta, lo que permite un cuidado muy especial en cada fase de su proceso.
En el Medio Vinalopó, cerca de la sierra de Salinas, se encuentra el paraje Calafuig. Con un suelo de caliza y una altitud de 600 metros sobre el nivel del mar, nuestras viñas de Monastrell, Cabernet Sauvignon y Merlot gozan de una amplitud térmica importante a lo largo del año. En esta tierra de Alicante, entre almendros y olivos se mantiene una tradición vitivinícola muy arraigada. Hacemos este vino respetando la tierra (el terruño) y su historia, en un proceso de elaboración artesanal, para compartir con ustedes lo mejor de nuestras viñas.
El caracol serrano (Iberus Gualtieranus Alonensis), es una criatura endémica del sureste de la península Ibérica, es apreciada por su sabor, que se debe a su alimentación, basada en romero, tomillo y lavanda, y a su desarrollo apacible y natural. Acompaña el plato tradicional de la zona, el arroz con conejo y caracoles.
Este caracol al igual que nuestras viñas, vive rodeado de estas plantas aromáticas. Junto con nuestro vino, ambos representan un producto exquisito y un elemento fundamental de la cultura gastronómica del Medio Vinalopó.
Esta aventura comienza en Francia, cuando dos enólogos de profesión, Gabriel Rivero y su mujer Adoración Martínez emigraron a Burdeos (14 años), un lugar reconocido en el mundo del vino, que les permitió empaparse de la tradición y del “savoir faire” de la zona del Médoc.
Unos años más tarde se mudaron al Líbano. Un país muy interesante en el tema de viticultura por sus diversos microclimas, diferentes altitudes, tipos de suelos y variedades de uva donde más adelante se lanzaron en un gran proyecto.
Tras un tiempo, Gabriel Rivero continuó su labor como enólogo en la Ribera del Duero, una de las denominaciones de origen españolas con cultura vitivinícola.
En 2008, unos amigos le propusieron comenzar un nuevo proyecto lanzando la cimentación de una nueva bodega conocida actualmente por el nombre de Ixsir (se encuentra en el Líbano).
Su hijo Adrian Rivero interesado en el sector enológico comenzó a formarse y a trabajar en este ámbito, ayudándole en la Ribera del Duero y en el nuevo proyecto del Líbano. En su trayectoria también pasó un tiempo trabajando en Burdeos en la zona de Lalande Pomerol, siguiendo así la trayectoria de sus padres. Su hermano Yvan Rivero se decantó por la fisioterapia, aunque no pudo escaparse de la pasión por el vino y siempre coopera en los designios vitivinícolas de la familia.
No fue hasta 2016 cuando la familia Rivero Martínez decidió dejar una huella en el mundo del vino. Compartiendo su vocación, invirtiendo en una finca en el paraje de Calafuig y elaborando su vino. Tierra que destaca por diversas características como sus 570m de altitud y por sus suelos arcillo calizos, las cuales resultaron más que interesantes para que esta familia la considerara idónea para la realización de dicho sueño. Actualmente el vino Yrma procede de esos viñedos trabajados con esmero y con la experiencia de un largo recorrido vocacional y profesional.
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